Es el lenguaje de nuestros perros, mediante el cual se comunican entre ellos y con otros, nosotros incluidos. Las señales de calma están en el día a día y sería muy conveniente no solo identificarlas sino utilizarlas con ellos.
Uno de los aspectos primordiales que muchos educadores intentamos transmitir a nuestros clientes son las señales de calma. Es de gran importancia ya que es su forma de comunicación con el resto. Sin embargo estas reglas de comunicación son bastante desconocidas en general. De aquí viene uno de los problemas y es que muchas veces no las leemos bien o incluso las malinterpretamos. Sin embargo conociéndolas obtenemos una rápida ventaja, pues si interpretamos y utilizamos este lenguaje, conseguiremos comunicación en las dos direcciones, entenderemos y seremos entendidos.
Siempre que haya comunicación en una relación supone una ventaja. Por el contrario si una relación carece de ella, se estropea.
La falta de comunicación o de sentirse comprendido genera incomodidad, enfados, malos entendidos, irritación, etc. También, cómo no, la falta de comunicación o su malinterpretación repercute directamente en el comportamiento, llegando a influir, generar o potenciar algunos de los problemas de comportamiento más habituales de nuestros perros hacia nosotros.
Pero, ¿qué son las señales de calma?
Como decíamos: un lenguaje de comunicación mediante el cual nuestros perros se comunican no solo entre ellos sino con otras especies, nosotros incluidos… La mayor parte de lo que se sabe de ellas es gracias al estudio de la educadora canina Turid Rugaas que recogió en su libro unas 30 señales. Las principales: acercarse haciendo curva, girar la cabeza, dar la espalda, desviar mirada, pestañeo, olisquear, relamerse, ralentizar movimientos, quedarse quieto, bostezar, portar objeto en boca…
Mediante este lenguaje, los perros se saludan educadamente indicando que no son un problema, intentan calmarse cuando están nerviosos o intentan calman a otros (perros, humanos y animales en general). Cuando una o varias señales de calma son ignoradas por un individuo, podrían aparecer señales más evidentes para que captemos el mensaje.
Una cosa altamente importante es que el perro utiliza este lenguaje con cualquier especie dando por hecho que cualquiera utiliza o interpreta ese lenguaje. Por este lado podría surgir el problema de que los humanos muchas veces ignoramos este lenguaje, no lo interpretamos bien o no lo usamos con ellos.
Cualquier humano podríamos y deberíamos utilizar este lenguaje, con lo que mejoraría nuestra comunicación y relación.
Ejemplos para el humano
Es especialmente fácil para un humano en lo referente a los ojos y mirada, la posición o dirección de la cabeza y del cuerpo, el modo y forma de nuestros movimientos o también nuestro tono de voz y entonación. Muchas de estas cosas y el uso humano lo explica Turid en el propio libro o DVD.
¿Cómo podemos usar este lenguaje con nuestros perros? En todo momento: tanto en las sesiones de adiestramiento como en la convivencia diaria. Conocer este lenguaje te puede cambiar la forma de poner un arnés o la correa, por ejemplo.
Por contra es curioso pensar como muchas cosas que sí utilizamos los humanos de forma instintiva y natural podrían ser percibidas como un problema para los perros: mirar directo a los ojos, colocarse frontalmente, inclinarse hacia el perro, inclinarse para acariciar al perro, aproximarse directo, rápido, corriendo o gritando (niños a veces), movimientos bruscos, voces fuertes, aproximar mano por encima de su cabeza (aunque sea para acariciar), abrazar, achuchar o inmovilizar, besuquear, etc.
Como anécdota simpática, muchos de vosotros a veces me contáis que en casa, si dos miembros de la familia se abrazan o se sientan en el sofá juntos, el perro de la casa tiende a ponerse en medio o separarlos. Es otra señal de calma cuya explicación detalla en el libro.
La diferencia la marcan los pequeños detalles:
Para todas estas cosas habituales y muchas mas tiene influencia las señales de calma: acudir a la llamada, ponerle un arnés o correa, pasar cerca por su lado, acariciar, dar comida, acercarse, saludar, interaccionar, etc. ¡Incluso para pasar el aspirador o escoba en casa!. Son situaciones donde podemos comunicar de forma correcta con nuestro lenguaje corporal basado en las señales de calma.
La diferencia de hacerlo de una forma a hacerlo de otra marcará la diferencia y como el perro nos percibe a nosotros o al entorno. Y eso para muchos perros lo es TODO.
El concepto de las señales de calma forma junto con el conocimiento básico del perro dos importantes pilares que serán esenciales en cualquier convivencia canina.
Os invitamos a profundizar más sobre el tema mediante las siguientes opciones:
Bibliografía:
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- La comunicación silenciosa de los perros, de Rosie Lowry. KnsEdiciones.
- El lenguaje de los perros, las señales de calma (libro y DVD), de Turid Rugaas. KnsEdiciones
- Por el amor de un perro, de Patricia B. McConnell. KnsEdiciones.
Recopilación de ilustraciones sobre señales y comunicación canina:
Recopilación de vídeos sobre señales y comunicación:
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- Comunicación Canina. Encuentro educado entre dos perros (uno reactivo):
- Señales incomodidad y estrés al contacto.
- Comunicación y señales cachorros-perro.
- Señales y comunicación al contacto y caricias de humanos hacia perros (olvidaros de la regla de los 3 segundos, pero si fijaros en las señales de los perros en el vídeo).
- Comunicación niño-perro 1 (Escala media de estrés)
- Comunicación niño-perro 2 (Escala alta de estrés)
- Cominicación niño-perro 3 (Escala muy alta de estrés –> agresión)
- Señales de etiqueta canina entre perros: