Cuando comenzamos la convivencia con un cachorro (o adulto) uno de los puntos principales con los que jugamos es la prevención y la educación temprana. La educación temprana simplemente consiste en poder poder anticipar y tener un cierto grado de conocimiento sobre la especie y características de nuestr@ nuev@ compañero de vida. De esta forma conseguimos aumentar todo lo que podamos las probabilidades de tener un adulto equilibrado.
Y es que no solemos hacerlo pero también podemos acudir a un educador canino para anticipar y hacer las cosas lo mejor posible desde el inicio tanto cuando adoptamos a un perr@ como cuando introducimos un cachorr@ en nuestras vidas.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que tratándose de cachorros y adolescentes, es normal y lógico que surjan problemas.
Conocimiento: la base para educar mejor.
Cuando trabajamos con cachorros o adolescentes, el conocimiento de ciertos puntos clave será determinante. Conocer y saber que nos espera en las diferentes etapas de su desarrollo nos ayudará anticipar y a buscar herramientas adecuadas. ¿Qué necesidades y capacidades tendrá en general y qué necesidades tendrá en cada etapa?. Pero también es preciso saber que cada etapa implica unas incapacidades ligadas a su edad, fase o características que atraviesa. No se si os dais cuenta que a veces tratamos a los adolescentes como adultos o a los perros recién adoptados como si nos conocieran de toda la vida. Y eso no puede ser.
Qué importante sería desde mi punto de vista enfrentarse a una convivencia con un perr@ con la mente abierta y sin prejuicios previos. Qué importante sería olvidarse de los consejos de parque y ciertas webs. Y qué importante sería contar desde el primer día con la línea de trabajo más adecuada para ell@s. Siempre digo que puede ser un buen punto de partida comenzar por intentar comprender mejor la parte comunicativa. Tratándose de otra especie, interpretar su lenguaje o acciones quizás nos cueste algo. Lecturas como: “El lenguaje de los perros: las señales de calma” de la educadora canina Turid Rugaas; “Al otro extremo de la correa: por qué a veces no entendemos a los perros y ellos tampoco nos entienden a nosotros” de Patricia Mcconnell; o «En la mente de un perro: lo que los perros ven, huelen y saben», de Alexandra Horowitz pueden ayudarnos en este objetivo.
Cinco claves para un correcto desarrollo
Se pueden dar muchos consejos para cachorros y adolescentes: sobre socialización, paseos, comidas, sobre la conducta exploratoria con la boca… o por qué muerden las manos, correas, ropa, etc.; por qué se tumban en la calle y no caminan, por qué no me hace caso cuando le llamo, sobre la conducta higiénica, u otras cuestiones como por qué a veces nos gruñen. Podríamos hablar de cuál es el mejor material de paseo, y sobre los periodos especiales más sensibles o de miedo. Pero hoy me gustaría simplemente compartiros cinco puntos no tan vistos habitualmente y cuya consideración es importante:
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Respetemos la Licencia cachorro.
¿Qué es la licencia de cachorro? El primer periodo de vida de unos 4 o 5 meses y durante el cual existe una ausencia total de castigos por parte de los adultos equilibrados que componen su entorno. Con los perros no la respetamos en absoluto y esto puede traer problemas importantes. Respecto a este punto escribí hace poco este otro artículo sobre ¿por qué mi cachorro me gruñe?. Aclarar que se pueden poner límites y pueden existir normas y a la vez respetar la licencia de cachorro. No son incompatibles.
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Controlar los excesos:
es muy común actualmente para estas etapas en caer en los excesos. Son cachorros, niños, bebés… y los sometemos a excesos que a veces ni un adulto llevaría bien. Los excesos no son para nada buenos para la mayoría de los perros, pero menos para un perro joven. Se suele recurrir a los excesos para calmar y cansar, pero no nos damos cuenta hasta que es muy tarde que conseguimos el efecto contrario: activar, generar ansiedad y frustración. Por tanto más que enseñar a activar, mucho mejor consejo será intentar enseñar a calmar.
Los siguientes dos puntos tienen que ver con excesos típicos:
- Exceso de paseos. Suele haber un exceso en el tiempo de paseos (con 2 o 3 meses ya pasean 30, 60 o 90 minutos: una barbaridad que traerá problemas).
- Exceso de sobreexcitación en juegos e interacciones. Se hacen con la buena intención de cansar o calmar, pero conseguirán activarle más. Empeorará su comportamiento y nos morderá más correas, arneses, manos o ropa. Ladrará mas en la calle. Lo malo es que cada día sería peor que el anterior por el efecto acumulativo. Si tu mismo eres la fuente de sobreexcitación, llegará un punto en el que el perro estará muy tranquilo cuando esta solo, pero si tu apareces en la sala o te sientas junto al perro, este no podrá evitar ponerse activado o «como una moto».
- Exceso de control: negamos la capacidad de que el perro tome iniciativas, haga cosas por su cuenta (¡¡Sí, a veces, como nosotros, hará cosas y se equivocará, forma parte del aprendizaje!!). Evitamos que desarrolle sus intereses exploratorios u olfativos. Que investigue, huela o coja con la boca ciertas cosas… A veces conseguimos con esto perros inseguros o que puedan terminar desarrollando ciertos problemas, obsesiones o comportamientos alterados.
- Exceso de castigos: Ya hablamos sobre la licencia de cachorro. Además nosotros somos partidarios de educar sin castigos en general, y observamos casos en nuestras visitas en las cuales el exceso de castigo y control es tal que el perr@ cuenta con serios problemas comportamiento, hiperexcitación, estrés (a veces crónico) y ansiedad derivado de todo esto.
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Descanso:
Nos preocupa mucho que el perro haga cosas pero no nos preocupa nada que no descanse. Cachorros y adolescentes precisan de muy buen descanso y de muchas horas de sueño para poder enfriar sus cerebros, relajarse y aprender. Conoce un poco más las características del sueño de nuestros perros. El buen descanso ha de ser la prioridad de nuestr@s cachorr@s y adolescentes.
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Periodo socialización:
Es evidente que la socialización es clave, pero debemos intentar no caer en los excesos antes mencionados. Las dos claves de una buena socialización podrían ser: Una, experiencias positivas y dos, poco a poco (gradualidad). Evidentemente habrá perros que puedan “con mucho más”, pero sería preciso saber leerlo bien y no forzar. La tercera clave de la socialización es una gran frase que una vez nos dijo en un curso Ana Masoliver y me he grabado por siempre para regalarla a tod@s mis clientes: «No intervengas en todas aquellas cosas que el perro pueda llegar a resolver por sí mismo«.
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Educar SIN confrontación:
Educar no es lo mismo que reñir, gritar o castigar. Ya no digo nada respecto a los famosos collares de castigo que a veces los llamas educativos o de adiestramiento. Eufemismos… Conseguir que el perro haga o no haga algo por miedo no es educar. ¿Puede haber límites y normas en la convivencia? Sí, claro. ¿Se pueden enseñar sin confrontamiento? También sí.
Cuántas veces oísteis o leísteis cosas como dicen: “ojo, establece un fuerte liderazgo para evitar problemas”; “has de ser el líder, alfa, dominante”… todas estas cosas encaminan a basar la convivencia en confrontar, competir o rivalizar. Si siembras confrontación, competitividad o rivalidad vas a recoger precisamente eso.
Educar sin confrontamientos supone establecer una convivencia sana y natural, donde el perro no te vea como una fuente de problemas sino como un referente social del que pueda aprender, un referente del que pueda observar para extraer información y como comportarse y un guía coherente… Deberíamos intentar convertirnos en alguien con quién realmente merezca la pena estar. Realmente sólo de esta forma lograremos el objetivo que perseguimos. Se dice que los perros nos hacen mejores, y realmente lo hacen por intentar conseguir este objetivo. Si realmente lo consiguiéramos harían falta pocas cosas adicionales.
CONCLUSIONES
Se puede y se debe educar a un perr@ o un cachorr@ desde el primer momento, pero es importante contar con la información precisa y adecuada. Tenemos lenguajes distintos, comencemos por conocerlos. También conozcamos sus necesidades como especie pues cubrirlas le hará mas feliz y equilibrado. Te en cuenta que los cachorros y perros en general necesitan mucho descanso. Educa sin confrontaciones y no olvides que nosotros también nos podemos equivocar y saturar. Lo importante extraer los aprendizajes adecuados y saber como poder mejorar día a día.